Los alumnos de
primero empiezan el año mirando su escuela desde otro punto de vista. Así, lo
que hasta ahora eran pasillos, aulas y patios de recreo, se convierten en
calles, edificios y plazas, respectivamente. Cambiando el modo de percepción,
encontramos portales, farolas, bancos públicos, iglesias... Muchos de los
elementos que configuran nuestro particular barrio colegial. En una
segunda sesión, nos introducimos en el fascinante mundo de las estructuras (de
las personas, de los árboles y, finalmente, de los edificios), para acabar
representando algunas de las grandes obras de la arquitectura con nuestro
propio cuerpo.
Recorriendo el pequeño barrio de la escuela (1º EP)
En segundo de
primaria seguimos estudiando las proporciones, que nos permiten utilizar
cómodamente la mayoría de objetos cotidianos (si no, que le pregunten a Ricitos
de Oro). Para sorpresa de muchos, trabajamos con limones, coles y manzanas y en
un santiamén, convertimos el aula en una fábrica de muebles de diseño para los
más variopintos personajes.
Diseño de muebles a medida (2º EP)
Y si en primero se
iniciaban en el conocimiento de las estructuras, en tercero son ya
especialistas en pilares, muros y jácenas. Tras reconocer la parte sustentante
de varios edificios, se aventuran a construir una malla tridimensional a base
de triángulos, esas formas que, a partir de ahora, no pararán de descubrir en
muchos de los espacios que frecuentan.
Mallas tridimensionales (3º EP)
Cuarto sigue con
sus ventanas, con las relaciones entre el interior y el exterior. En un primera
sesión, los alumnos tratan (y en algunos casos consiguen fielmente, dejándonos
más que perplejos) de imaginar el
edificio que contiene una determinada abertura. Seguidamente, diseñan y
construyen las suyas propias, que formarán parte de unos patios de manzana que
auguramos muy, muy coloridos.
Ventanas y filtros solares (4º EP)
En quinto,
continuamos dando forma a las propuestas de mejora para el centro, con un mural
a modo de brainstorming y las primeras reflexiones sobre orientación y
vistas.
Y ya en sexto, los
alumnos senior conocen la ciudad “por arriba”, experimentando con los modelos
urbanos a partir de piezas de Lego, y “por abajo”, analizando las
infraestructuras enterradas que permiten el buen funcionamiento de nuestras
urbes.
Un mes más, estamos
muy orgullosos de su trabajo.
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